
Inicia el 26 de julio de 2012 -
finaliza el 25 de julio de 2013
La Tormenta Azul de la Armonía, junto al Mono como guía, nos llevarán de la mano accionando con su poderosa energía de transformación los cambios necesarios para cada uno de nosotros.
Durante la infancia atravesamos situaciones emocionales que por no poder enfrentarlas y/o resolverlas quedaron archivadas en el inconciente produciendo bloqueos que nos impiden expresar nuestra esencia.
La tormenta que es rápida, fuerte, y a veces violenta energía transformadora, se encargará de exponer estas emociones para que podamos limpiarlas. El Mono, que guía a la Tormenta, guiado por su curiosidad bucea en lo profundo del ser estos antiguos lastres para removerlos y gracias a su mirada alegre y divertida desdramatiza todo hallazgo entendiendo que todo está dentro del juego que elegimos para evolucionar.
Desarmadas las corazas o estructuras rígidas creadas para esconder aquellos bloqueos, la Tormenta Azul de la Armonía hará de "canal" uniendo el Cielo y la Tierra, y de esa manera podremos entrar en lo desconocido, emergiendo renacidos en un estado distinto, renovados para dar comienzo a un nuevo ciclo.
Nosotros, así como todo lo que existe: pájaros, plantas, etc., estamos siendo transformados. La vida nos acontece, somos de alguna manera marionetas de la vida. De forma errónea tendemos a suponer que controlamos y dirigimos lo que nos sucede sin ver que en lo único que tenemos ingerencia es en el aceptar y confiar que lo que nos sucede es siempre positivo y que lo hemos convocado; o en quejarnos y despotricar, creando más karma.
Según surge del análisis del Tzolkin o Calendario Sagrado Maya, la Vida tiene un patrón y nosotros, como todo lo demás que existe en el Universo, depende de Él y no de lo que nosotros supongamos, deseemos o decidamos.
El saber, tener conciencia de esta realidad, en primer término nos hace más humildes y a su vez, nos permite estar sincronizados con el Universo latiendo con él. Por eso, lo que nos sucede puede ser fuerte, terrible, intenso, desgarrador, pero es importante mantenernos en el Aquí y Ahora, en el eterno presente donde no existen el bien y el mal, todo ES, sin juicio, respirando, sintiendo el cuerpo, las plantas de los pies, y el apoyo en la tierra, o sea, manteniendo nuestra conciencia de formar parte de un enorme organismo viviente que está transformándose y nosotros como seres espirituales inmortales encarnados en este cuerpo, con él. Vivenciar, agradecer todo suceso con humildad, aceptación y fe nos permitirá mantenernos serenos y centrados en el ojo de la tormenta, pudiendo de esta forma llegar a buen puerto, teniendo siempre presente que aún la peor de las situaciones las hemos atraído para evolucionar.
Fuente: Susana Reynolds, especialista en Tzolkin o Calendario Maya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario